lunes, 4 de enero de 2016

Ilusiones

Solemos desvivirnos en sueños e ilusiones, y perdernos en miradas. Solemos encender una llama con un roce y entregarnos en cuerpo y alma por una sonrisa. Y, sí, solemos desangrentarnos mediante lágrimas.
Y solemos ilusionarnos.
Ilusiones, aquello que nos deja volar, soñar, sonreír.
Dejamos que ellas dirijan nuestra vida.
Nos engatusan con su dulce sabor a miel, pero su toque final es el agrio limón.
Y joder,
aquella sonrisa tonta se va.
Me prometí no volver a ilusionarme con nada,
con nadie.
Al fin y al cabo ¿para qúe?, siempre algo me desmoronaba.
Pero en cambio, aquí estoy,
siendome infiel a mi misma, una vez más.
Pensando en sus ojos marrones, esperando un simple mensaje.
Imaginando, soñando, historias.
Pensando en mil maneras de que esté,
conmigo,
a mi lado.
Y me ilusiono, joder que si me ilusiono,
esa sonrisa de idiota que juré y perjuré no volver a tener, reaparece.
Supongo que esto así, es inevitable.
No dejaré que las ilusiones me controlen, pero tampoco lucharé por quitarme esta sonrisa.
Al fin y al cabo, es una sonrisa ¿no?,
y las ilusiones nos dan la vida...
o
nos la quitan.

Espero que esta vez no me la quiten.