viernes, 9 de diciembre de 2016

Se acercan lluvias...

En mi lluvia individual de recuerdos, de las fotografías tomadas por aquella antigua cámara, que a veces tendía a cometer errores quitándoles el color, y el calor.
Observo el caer de las gotas llenas de notas musicales, y como varias desafinan.
La fragilidad de una flor no indica su belleza, y la expresión en un rostro no indica su verdad.
Que manía la de encerrarnos en el pasado e intentar escapar con la llave que lleva al futuro, sin dejarnos llevar por lo único que sobrevive, el presente.
Gritar y dejarte la voz pidiendo tu libertad, errando el cada palabra, porque acusas sin saber que el único culpable de tu condena, eres tú.
Y se, se que las cadenas duelen, y pesan, pero puedes encontrar la llave, te aseguro que la hay, ya que sin llave no hay cerradura.
Las has apretado tanto que durante un tiempo seguirá la marca, se ha quedado tan profundo, que puede que jamás lo olvides, pero te habrás liberado de tu prisión, tú solo, con convicción.
Porque no hay que olvidar los momentos, pasara lo que pasara en ellos. Porque nuestra vida es el conjunto de estos, y sin ellos estamos vacíos.
No seas un vaso medio lleno, se un vaso a rebosar, y recuerda, no olvides el paraguas...
las lluvias siempre están presentes.

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